Hay épocas en las que me siento saturada… Y no lo digo por exámenes, ni por actividades de otro tipo, pues ya hace un tiempecito que deje de ser estudiante, y las actividades las voy dosificando a mi justa medida…
Lo que ocurre es que a veces la vida, pareciera que se ensaña con las personas… No me gusta recurrir a tan peyorativo vocabulario, pero para que el común de los mortales lo entienda, a veces, así lo siento…
Últimamente creo que las cosas suceden tan deprisa, que el cerebro humano dudo que esté preparado o capacitado para soportar tanta presión y tantos cambios… Algo así me ocurre a mí, Entre dramas familiares, acontecimientos de salud, y alguna que otra cosa que a veces logra mantenerme demasiado en alerta…
Y ya se sabe que el cortisol, hormona del estrés por excelencia, segregada en exceso, es una potente generadora de agobio… Siempre dicen algunos entendidos que un día de cortisol, es un día menos de vida…
Hay que intentar mantenerse en pie, estar fuertes para quienes lo necesitan a nuestro lado, pero sobre todo hay que cuidar de nosotros mismos, porque si uno no se cuida, difícilmente podrá cuidar