No me sorprende y puedo decir que estoy acostumbrada, a que en ciertos círculos o más bien instituciones, cerradas como la universidad, se me tache de impertinente, o incluso de poseer cierto carácter rudo y hasta borde…… Es normal… Aunque no lógico, por supuesto…
Todas estas instituciones se nutren de una serie de principios Que desde luego, para quien acostumbra a cuestionarse la realidad como es mi caso, no son compartidos ni demasiado coherentes… Y todo esto, junto con la idea extraña de que una persona con algún déficit sensorial, como es mi caso, tiene que ser sumisa, o dicho a lo popular, entrar por el aro, pues ya tenemos el cóctel perfecto…
Cuando se habla de reivindicar, de ser tú mismo, de que nadie te pueda manejar como si de un dirigible se tratase… Todo esto para mí es muy pertinente, pero en una institución cerrada que acostumbra a tratar a la gente como mero súbditos, y la Universidad es un caso muy evidente, no es lo deseable…
Pero yo sigo aquí, siendo una impertinente, porque para mí hay mucho que cambiar, y de los círculos cerrados, la apertura puede ser más lenta, pero desde luego es inevitable al final porque alguien como yo choca mucho, y no precisamente cuando voy andando con el bastón por la calle