El carácter humano, a veces me sorprende… En realidad, creo que son muchas veces… Y no solamente me sorprende porque soy estudiosa de la mente y de la psicología, sino también por sus implicaciones prácticas en el día día… La forma de saludar, la forma en que reaccionamos a ciertos estímulos, etc., todo ello teñido de su natural, convencionalismo…
Hay sin embargo un detalle Que no pocas ocasiones me causa cierta irritación… Aunque a fuerza de observar, creo que es tan intrínseco a nosotros como el comer o el beber… Se trata de la contradicción, que parece ser nuestra seña de identidad…
No habría forma, sino de explicar que como personas que están divorciadas, critican a otros que lo hacen, Gente que algún día tuvo poco recursos, desprecia a gente que hoy en día adolece de ellos… Y así sucesivamente, hasta completar una cadena de contradicciones, que ciertamente roza con los ridículo…
Siempre he creído que hay que vivir y dejar vivir, y sobre todo, no proyectar tus propios miedos, angustias, en los demás, al menos conscientemente… Pero para esto hay que conocerse, y yo creo que la gente se conoce poco… Tal vez esta sea la asignatura pendiente en el conjunto de nuestra especie