Estoy tan acostumbrada a que la gente tenga lástima de mí, que casi ya lo que me dice me parecen frases hechas… A menudo pienso, y creo que poco me equivoco, que cuando tú a alguien lo ves con pena, o inferior a ti, es tu propio espejo, o tu propia proyección…
Para que el vulgo lo entienda, Algo así, como que si esas personas que me dicen, pobrecita, que mala suerte, lo tuyo, etc., estuviesen en mi situación, quizá no lo llevarían tan bien como yo lo he hecho…
Cierto es que muchas veces demos a tener atajos mentales, que por cierto, a pesar de que, en ocasiones, muy pocas, son útiles, limitan y nos hacen ver la realidad de un modo muy sesgado…
Damos por hecho cosas que no son ciertas, como que una persona, por así, decirlo enferma, o con alguna discapacidad, ya es infeliz, que tener una enfermedad es lo peor que te puede ocurrir… Pero yo siempre he creído que las circunstancias personales, no son un hecho universal, sino precisamente eso, algo personal de cada uno, y cada uno lo tiene que vivir a su manera…
Pero sin duda aquello de que mala suerte has tenido con la genética, o qué bonito sería que vieras… Todas esas frases hechas, dichas por gente que en ocasiones no transmite ninguna maldad, no son más que el reflejo de lo que ellos ven en mí… No, lo que ven de mí, sino lo que ellos mismos ven en mí…