Las obras, en las que se han invertido más de 400.000 euros, finalizarán el próximo mes de julio con la restauración del ábside románico y una cámara de ventilación en la fachada sur
El Ministerio de Cultura, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), ha concluido la restauración en el interior y en las fachadas principales de la iglesia de Santiago en Villafranca del Bierzo (León), declarada Bien de Interés Cultural. Así, el Ministerio cumple su compromiso de finalizar en plazo los trabajos para que el templo románico acoja de junio a noviembre la XXVII edición de la exposición de la Fundación Las Edades del Hombre, ‘Hospitalitas: La gracia del encuentro / A graza do encontro’, que este año cuenta con una segunda sede en Santiago de Compostela.
En paralelo, durante las próximas semanas se seguirá trabajando en la restauración de elementos pétreos singulares del ábside románico y en la ejecución de una cámara de ventilación en la vertiente meridional que se encuentra soterrada. Está previsto que las obras terminen definitivamente en julio, tras una inversión total de 410.929 euros. El objetivo ha sido la recuperación de las condiciones de estanqueidad y la puesta en valor de este templo del siglo XII, clave del románico leonés y uno de los símbolos jacobeos.
Desde el inicio de las obras, en noviembre de 2023, se han ejecutado trabajos de consolidación y rejuntado en las fachadas, hidrofugando las fábricas más expuestas a los fenómenos meteorológicos, y se han restaurado sus carpinterías. También se ha mejorado la impermeabilización con la reposición de la cobertura de pizarra y se ha eliminado el falso techo, que desvirtuaba el espacio original, por lo que ahora puede verse, restaurada, la estructura de cubierta de cercha española de madera de castaño.
Seña de identidad del Camino
La iglesia de Santiago está declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento y forma parte del Conjunto Histórico de Villafranca del Bierzo y del Conjunto Histórico Artístico del Camino de Santiago. Fue construida entre los siglos XII y XIII a promoción de la diócesis de Astorga. Se trata del primer edificio que encontraban los peregrinos a su llegada a Villafranca, donde se postraban bajo las arcadas de la denominada Puerta del Perdón para recibir las indulgencias compostelanas si alguna enfermedad les impedía llegar a Santiago de Compostela.
El templo no ha sufrido prácticamente modificaciones a lo largo de la historia, aunque en el siglo XVIII se adosó al muro sur una capilla con camarín dedicada a Nuestra Señora de las Angustias y, posteriormente, se levantó la espadaña de la fachada principal.