Hay que hacer recuento y valoraciones tras la primera semana de huelga indefinida en Frenos y Conjuntos, respaldada en bloque por la plantilla de la planta de producción. La directoría sigue sin abrir vía de diálogo para mejorar las condiciones de trabajadoras y trabajadores, y en las asambleas de las próximas horas se decidirá el rumbo del paro, que puede endurecerse.
El ambiente se fue caldeando con el paso de los días. A partir del miércoles, el Comité de Huelga comenzó a percibir tácticas de esquirolaje interno. El director de la empresa les impidió acceder a las instalaciones y, además, aunque prácticamente el cien por cien de los trabajadores ligados a producción han secundado estos primeros cinco días de huelga, se constató que responsables y trabajadores no ligados a puestos productivos están ocupando varios puestos de producción de los huelguistas, en un intento de sabotear la convocatoria de huelga y la digna lucha de la plantilla.
Están, en otras palabras, intentando arrancar líneas de producción con personal que no tiene esas funciones, según informaciones aportadas por la Confederación General del Trabajo (CGT). El proceder de la compañía ha sido denunciado ante la inspección de trabajo, por vulnerar el derecho de huelga. Este hecho, según la Revista de Jurisprudencia Laboral divulgada en el Boletín Oficial del Estado, “constituye un ejercicio abusivo del ius variandi empresarial” (facultad que corresponde al empresario para modificar el contenido de la prestación laboral en lo que se refiere a las funciones que debe realizar el trabajador).
En un contexto de huelga legítima, “el referido ius variandi no puede alcanzar a la sustitución del trabajo que debían haber desempeñado los huelguistas por parte de quien en situaciones ordinarias no tiene asignadas tales funciones; ya que, en tal caso, quedaría anulada o aminorada la presión ejercida legítimamente por los huelguistas a través de la paralización del trabajo. Por ello, ni el empresario puede imponer a los trabajadores no huelguistas la realización de las tareas que corresponden a los que secundaron la convocatoria, ni los trabajadores que libremente decidieron no secundarla pueden sustituir el trabajo de sus compañeros”.
Comisiones Obreras (CCOO) ha denunciado la grave deriva laboral y represiva que sufre el conjunto de las personas trabajadoras: “Constantes despidos, amenazas directas por parte de la dirección y el incumplimiento sistemático del convenio colectivo del metal de Valladolid, que obliga a una subida salarial del 3 % en 2025 y que la empresa se niega a aplicar”. A lo largo de la semana, CCOO también ha recibido múltiples denuncias que atentan contra la libertad sindical y la legalidad vigente, en referencia a las prácticas de esquirolaje interno.
Durante la manifestación de este viernes, segunda de la presente semana, CCOO remarcó el respaldo total de la plantilla a la huelga y ha pedido “que la empresa que abandone su estrategia de confrontación y se siente a negociar de forma real y efectiva”. La organización sindical recuerda que esta no es la primera vez que Frenos y Conjuntos se enfrenta a una huelga por cuestiones laborales, ya que en 2022 se vivió un episodio similar por la falta de condiciones dignas.
Siguiendo con la estrategia que se utilizó en el conflicto en Saeta Die Casting, la CGT ha anunciado que “se ha creado una caja de resistencia obrera, con la finalidad de amortiguar el impacto económico que supone la huelga y que no sea este el culpable de no seguir adelante con su lucha”. El número de cuenta de la caja de resistencia es IBAN ES78 2130 430074 0033016926. El llamamiento está dirigido tanto a organizaciones sindicales y sociales como a personas físicas. La plantilla no puede permitir que la adhesión a la huelga se vaya resquebrajando por las necesidades financieras de alguno de los compañeros.




