A la vuelta de la esquina, al lado de un arbusto o volviendo a casa de noche por una calle desierta, en cualquier lugar puede aparecer en Valladolid un guiño de arte urbano que emocione o inspire. Del 15 de septiembre al 5 de octubre Pucela vuelve a recibir una buena dosis de creación e ingenio en los rincones más inesperados de la mano del Ephemera Phestival.
El certamen es una iniciativa promovida por la Fundación Municipal de Cultura y el proyecto CreArt 3.0, para mostrar las últimas tendencias de Arte Urbano en la ciudad a través de una selección de proyectos efímeros site-specific, intervenciones murales y sobre mobiliario urbano, con ediciones en 2021, 2022 y 2023, por las que han pasado ya una docena de creadores vallisoletanos, nacionales e internacionales cada año.
La apuesta por el arte urbano más allá de la estética amable y colorista, con proyectos que buscan la mirada inquieta y crítica del espectador, este año cuenta con siete artistas locales y cuatro artistas invitados, que presentarán entre el 15 de septiembre y 5 de octubre catorce propuestas artísticas que convertirán las calles de Valladolid en una galería al aire libre.
Todo ha arrancado, esta primera semana, con las intervenciones sobre mobiliario urbano por parte de los creadores Carolina Medina (Crayolina Ilustración), Celia Gallego y Juan Cabornero, en las cajas de alumbrado público que quedarán para la posteridad como cuadros de gran formato a pie de calle.
Los mupis de publicidad contarán con el trabajo del ilustrador barcelonés afincado en Londres, Gregori Saavedra. Celia Gallego presenta en dos rincones de la acera Recoletos y la calle Gamazo, Identidades colectivas: rostros fragmentados que hablan de la identidad múltiple que se forma en el contacto con el otro. Sus figuras son mapas emocionales de una ciudad viva, compartida y en constante transformación.

Por su parte, la ilustradora chilena afincada hace poco en Valladolid, Carolina Medina, más conocida como Crayolina Ilustración, dejará en plaza del Corrillo su retrato de los soportales de la plaza Mayor, bajo la mirada fresca de una recién llegada a la ciudad (Valladolid en blanco, negro y colores).
Entre luces y sombras, la propuesta de Juan Cabornero para las cajas de luz de la calle Concepción y Andrés de la Orden trasladará el arte barroco al espacio público para interpelar nuestra mirada cotidiana. A través de la recreación de pinturas Velázquez y Zurbarán y diversos textos, Cabornero propone una pausa ética y emocional en medio del ritmo urbano.
El ilustrador Gregori Saavedra llega con cuatro piezas en los mupis publicitarios que buscan diálogo en lo efímero. Mercado Salvaje enfrenta la violencia del comercio ilegal de animales; El Principio de Heisenberg se adentra en la incertidumbre que define nuestro tiempo; Transmutación observa la metamorfosis de lo obsoleto, y Frágil recuerda que la paz, siempre prestada, puede quebrarse al menor descuido. Cuatro miradas distintas, reunidas en un festival que convierte lo transitorio en memoria.
Para esta edición, los proyectos site-specific efímeros cobran protagonismo con los trabajos de Ratpilot, Oihan, Lara de la Puente y la artista lituana invitada a través del proyecto CreArt 3.0 Ruta Simutyte. Piezas escultóricas o audiovisuales que se podrán visitar en las rutas guiadas programadas para los días 26 y 27 de septiembre por la tarde.

Las estructuras hinchables de Ratpilot, creadas a partir de materiales plásticos reciclados, presentan juegos visuales y artísticos en el patio de la Biblioteca de Castilla y León. Mientras, la artista textil Ruta Simutyte presentará Heaven, una selección de objetos textiles biomórficos en el escaparate de Bang & Olufsen y la marquesina de entrada de museo Patio Herreriano.
La fachada de VIVA, en c/ San Benito, acogerá los proyectos Vecinos de Lara de la Puente y Domar la Luz de Oihan. Vecinos se concibe como un videomapping participativo a modo de collage colectivo de microhistorias que reflexionarán sobre la tensión entre soledad y comunidad en la ciudad. El proyecto Domar la Luz tiene como inspiración la sinestesia entre la luminosidad que recibimos, y cómo nos expresamos en torno a ella, y a través de la interacción entre las imágenes en vídeo directo y la música como premisa, sumando el entorno urbanístico a la ecuación.
Por último, este año Ephemera contará con intervenciones murales por parte de Rage (Valladolid, 1983), Martí Sawe (Barcelona 1986) y Aches (Dublin, 1992). Unnoted de Rage, en la calle Gardoqui, representará un gorrión en primer plano posado sobre el cableado del tendido eléctrico de la fachada, pasando inadvertido en este lugar recóndito y escondido de la ciudad, sin apenas hacer ruido y sin que lo vean, tratando de buscar el diálogo y la interrelación con el viandante inquieto y curioso que se fija en ciertos detalles de las calles en los que otras personas y vecinos de la ciudad apenas muestran un mínimo de interés. (Pendiente de confirmar piezas de Aches y Martí Sawe en La Rondilla).



