53.122 personas salieron a la calle este domingo 26 de octubre en la marcha organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer en Valladolid, todo un récord de asistencia. La recaudación va destinada al proyecto de investigación del doctor José Manuel Muñoz, titulado “La liberación de los vasos sanguíneos atrapados por las células tumorales puede ser un nuevo tratamiento contra el cáncer”.
El objetivo del proyecto se basa en mejorar las terapias convencionales usadas en el cáncer de pulmón y las metástasis pulmonares (quimioterapia e inmunoterapia), en aquellos tumores que desarrollan cooptación vascular y por ello no responden a estas terapias. Desarrollado por un equipo de nueve personas, el proyecto recibe una ayuda LAB AECC valorada en 300.000 €. En total, la sede de Valladolid de la Asociación Española Contra el Cáncer cuenta con cerca de un millón de euros en proyectos en desarrollo.
José Manuel Muñoz (Salamanca, 1986) es Licenciado en Biotecnología e Historia por la Universidad de Salamanca. Realizó su tesis doctoral sobre los mecanismos moleculares implicados en la fibrosis renal (2015) con Premio Extraordinario de Doctorado. Trabajó como investigador postdoctoral en el grupo de Adhesión y Angiogénesis en el Barts Cancer Institute, Queen Mary University of London (2015-2020), y regresó a la Universidad de Salamanca como Profesor Ayudante Doctor en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular. Desde 2021 es investigador principal de un grupo emergente que diseña estrategias para inhibir el crecimiento no angiogénico en cáncer de pulmón y metástasis pulmonares.

Social24Horas ha charlado con él para que, dada la complejidad del asunto, intente explicar utilizando el lenguaje más sencillo posible, apto para todos los públicos, las claves de este proyecto de investigación.
El investigador comienza contextualizando el escenario: “El cáncer es un conjunto de células malignas que crece de una forma descontrolada. Tradicionalmente, todas las terapias que se han usado para matar el tumor (además de la cirugía, que consiste en extirparlo) lo hacen a través de moléculas que matan esas células del cáncer, como en las técnicas de la quimioterapia y la radioterapia”. En los últimos años, explica, se está investigando lo que se llama “microambiente tumoral”, que es el entorno de ese tumor.
“Se sabe que ese entorno modifica el crecimiento de ese tumor o la respuesta de ese tumor frente a los tratamientos”, señala el doctor. “Dentro de este entorno están los vasos sanguíneos”. La dificultad que presenta el cáncer es que, dado que un tumor necesita que le llegue sangre y oxígeno para crecer, “los tumores son capaces de crear una red de vasos sanguíneos propia para que le llegue ese oxígeno y esos nutrientes”.
Se han desarrollado muchas terapias que intentan matar esos vasos sanguíneos, pero algunas de esas terapias no funcionan, reconoce José Manuel Muñoz: “Se ha visto que los tumores resisten, y esto ocurre en lugares del cuerpo donde propiamente hay un sistema circulatorio muy adaptado, como es el caso del pulmón (que es al que nosotros nos dedicamos), el riñón, el hígado o el cerebro”.
En estos casos lo que sucede es que cuando a un tumor le intentas matar sus vasos sanguíneos, “la célula tumoral intenta secuestrar los vasos que ya existen dentro del tejido”. Es la famosa cooptación vascular. Y esto es lo que investiga este equipo en Salamanca: “Intentamos ver cómo y por qué se genera este fenómeno de resistencia del tumor. Estamos intentando que el tumor no atrape estos vasos”.
Es importante que la población sepa que a cada avance de investigación en cáncer (según la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer hay uno al día prácticamente) le anteceden muchos años de trabajo previo, normalmente en la sombra. El caso que nos ocupa, sin ir más lejos, es un proyecto a largo plazo: “El investigar la base es imprescindible para llegar al paciente”, advierte el doctor. “Trabajamos todavía en los modelos preclínicos. Hasta ahora nosotros investigamos el tratamiento, pero no el diagnóstico. Queda un largo camino para tener datos que justifiquen ensayos clínicos en humanos, pero esperemos que en un futuro se pueda llevar a cabo”.
V.D.L.




