Una apuesta del Instituto Leonés de Cultura (ILC) por llevar a las pequeñas localidades de la provincia proyectos de interés en el ámbito de las artes plásticas ha facilitado que la exposición “Miradas de dentro afuera”, que plantea un recorrido tanto por las antiguas escuelas del pueblo como por las calles de la localidad, recale en San Martín de la Tercia.
Con obras de gran impacto visual que invitan al paseo y al conocimiento de la zona, las recientemente restauradas escuelas de la localidad, en plena Montaña Central Leonesa, acogen este sábado, 6 de julio, a las 12.30 horas, la inauguración de la muestra, producida por el Departamento de Arte y Exposiciones del ILC, que reúne obras de más de cincuenta creadores contemporáneos, tanto naturales de las comarcas de la provincia como vinculados de algún modo a esta tierra. La exhibición se ha realizado en colaboración con la junta vecinal de este pequeño pueblo perteneciente al municipio de Villamanín y presenta la singularidad de ofrecer, en un entorno natural de gran belleza, creaciones de los más significativos artistas leoneses actuales.
Se trata, en concreto, de sesenta obras procedentes de los materiales producidos para la muestra “La palabra pintada”, comisariada por Salvador Armesto; dos esculturas públicas del proyecto Parque Escultórico del Monte San Isidro; obras procedentes de la magna exposición “Palimpsesto creativo” y otros fondos que integran la colección de arte contemporáneo del ILC. Pero también se ha incorporado una propuesta específica de intervención en la naturaleza o ‚land art’ y un mandala creado con materiales de la zona a cargo de la artista Cristina Ibáñez, creadora vinculada estrechamente a la montaña leonesa. “Se trata de una propuesta que parte de la idea de la reutilización de materiales específicos creados por los artistas y que se integran en un proyecto que plantea un diálogo integral con los espacios expositivos y que articula, al mismo tiempo, una relectura de las piezas manteniendo el sentido original de las mismas -explica el director de Arte del ILC, Luis García Martínez-. En la exposición está representado un amplio abanico de técnicas creativas, como dibujo al carboncillo, dibujo digital con tablet, grabado con diferentes formulaciones, fotografía tanto analógica como digital, diseño gráfico, pintura, escultura en bronce, metal, madera, cerámica y talla directa en piedra, instalaciones o pintura mural”.
Planteada especialmente para los espacios de San Martín de la Tercia, la idea genérica del proyecto hace hincapié en cómo la obra plástica situada en un espacio interior, con un sentido íntimo, puede pasar a una situación totalmente diferente al abrirse y expandirse al exterior, es decir, de los elementos del edificio contenedor a los espacios exteriores arquitectónicos y naturales de la localidad, generando así un diálogo entre obra plástica, espacio urbano y ámbito natural.
Homenajes artísticos a distintas personalidades
Por otro lado, la propuesta plantea toda una serie de pequeños pero significativos homenajes a diferentes personalidades destacadas. En primer lugar, a Liz González González vecina de la localidad que cumplirá 102 años en octubre de este año, toda una vida de trabajo, lucha y tesón; el homenaje se concreta con una obra de Luis Miguel González Colmenero que aporta un cierto tratamiento pictórico y está producida a partir de diversos tratamientos digitales de un retrato fotográfico. Además, se lleva a cabo un tributo explícito a una gran pintora fallecida, Herminia de Lucas (1934-2015); ejemplo de lucha silenciosa por los derechos de la mujer junto con Petra Hernández; todo ello por medio de una instalación que dialoga con la naturaleza articulando elementos industriales de conductos de agua y fotografía digital. Una obra de Carlos Cuenllas, instalación reinterpretada para esta ocasión, está dotada de una lectura nueva; la obra se acompaña con dos retratos más, uno del emblemático creador Juan Carlos Uriarte y otro del polifacético Alejandro Sáenz de Miera, una obra impactante de gran fuerza que pone en diálogo lo natural, lo humano y lo industrial en un juego sutil. Por otro lado, se plantea un homenaje a dos magníficos ejemplos en el trabajo de la piedra con la técnica de la talla directa; por un lado, Castorina Fe de Diego (Astorga 1928-2019) y por otro a Jonás Pérez (1932-2019), dos figuras imprescindibles en el panorama artístico español, con un marcado acento en el tratamiento primitivo de la figura humana.
Pero, además, ‚Miradas de dentro afuera’ ofrece un homenaje al crítico de arte Marcelino Cuevas (1945-2019), que ponía en valor y mostraba la obra de nuevos creadores y que también destacó en su faceta de folclorista, con la que recogió, en grabaciones radiofónicas, todo tipo de documentación etnográfica, amén de fotógrafo poco conocido que también supo poner su mirada al servicio de la creación; en su honor se han instalado una fotografía abstracta del propio Marcelino y un retrato simbólico realizado con tratamiento digital de imagen a cargo del polifacético Salvador Armesto.
Por otro lado, en la muestra cuenta con un peso destacado el mundo de la ilustración, ya sea desde la pura creación libre o desde sus aplicaciones al territorio literario, poético o narrativo. Así, del proyecto ‚La palabra pintada’ se incorporan varias piezas en el interior de las escuelas: Amancio González presenta una obra de línea nítida, tan característica suya, con un personaje masculino, de composición muy sencilla y limpia. La berciana Silvia Prada, aporta una sutil, delicada y melancólica mirada femenina, construida con un perfecto control volumétrico del dibujo. La intensidad cromática y explosiva, de electrizante composición dinámica, viene de la mano del magnífico pintor e ilustrador Fernando Ampudia; mientras que la desbordante imaginación narrativa y fílmica se hace presente en la obra de Jonathan Notario con un cierto sentido irónico. Enrique López Lorenzana ofrece una enigmática e impactante imagen de mundo extraterrestre, y la santanderina Blanca Amores se centra en la narrativa clásica fantástica con gran austeridad cromática. Manolo Sierra, clásico pintor, diseñador y cartelista, muestra una pieza tremendamente crítica y contundente en relación a la situación de la vivienda. Raquel González Roldán nos aproxima al mundo lúdico e infantil del circo con un tratamiento ingenuo de la pintura. Noé Bermejo genera una imagen con carga conceptual fusionando la imagen con el grafismo en relación a las enfermedades cardiovasculares. Karlos Viuda nos trasporta al mundo mágico del circo por medio de un dibujo meticuloso y ágil con sugerencias sensuales. El bilbaíno Diego Blanco incorpora el mundo surrealista y de ensoñación. Noelia Blanco sugiere un mundo misterioso y enigmático, con una estética elegante y un acabado perfecto. La asturiana -intensamente vinculada a León- María Luis Torcida muestra una imagen dinámica, plena de energía, con una evocadora referencia al oficio de ilustrador, y Graziela Fernández presenta una composición rabiosamente juvenil y dinámica.
En obra gráfica se cuenta con la aportación del catedrático de la Universidad de Salamanca Pepe Fuentes, con una pieza sutil y delicada de gran interés. Adolfo Álvarez Barthe aproxima al espectador al mundo interior y subjetivo del viaje, partiendo de la revisión y relectura del mundo clásico. José de León, en una pieza editada por José Sevillano, evoca su mundo particular y especulativo, mostrándonos una ciudad mágica y surreal de evocaciones orientales. Caetano nos aporta la dramática y trágica situación de los miles de emigrantes en un grito del silencio. Javier Cardo, con una composición magnífica y esquemática de gran impacto visual, referencia el mundo del lobo, típico de la zona. Javier Zabala, premio Nacional de Ilustración, se incorpora con la obra ‚Bartleby el escribiente’, de gran fuerza, que interroga al espectador. Castorina nos introduce en su mundo femenino por medio de un grabado rotundo y globular. Toño Benavides, uno de los ilustradores de mayor prestigio nacional, penetra en el mundo de la mitología rural leonesa por medio de la figura señera del cuélebre, de resonancias próximas en La Vid de Gordón. La poética carga simbólica de lo natural y de la mujer emerge con intensidad en la obra de Rosa Fierro por medio de una cita clásica. Francisco Chamorro evoca las choperas de las márgenes del Bernesga con un grabado editado por José Sevillano de gran simplicidad y esquematismo, pero de enorme fuerza plástica. Francisco Benavente nos traslada al mundo del verano y de la playa con una composición muy equilibrada y perspectiva angular. El asturiano de reconocido prestigio nacional Pelayo Ortega evoca con la máxima sencillez y esquematismo el deambular por la ciudad de Gijón, plena de estructuración geométrica y colorido. Mónica Jorquera plasma su mundo ingenuo y de evocación infantil partiendo del tratamiento gofrado de la pasta de papel. Y Reme Remedios, en un sencillo dibujo, refleja el mundo misterioso y fascinante de la mujer.
Además, la fotografía pintada se incorpora de la mano de dos grandes artistas: Miguel Galano y José Ferrero Villares, fotografía en diálogo con la pintura, una imagen de profundas evocaciones entre lo urbano y rural, con una intensa carga poética. Bruno Santín, dibujante berciano de prestigio internacional, nos aproxima a su mundo particular y sugerente de retratos evocadores, con una vertiente de defensa del ámbito LGTBI. Pablo López Llamazares muestra una impactante obra de gran intensidad y fuerza plástica. Salvador Armesto hace un explícito homenaje a Marcelino Cuevas por medio de la manipulación de la imagen, dotando de gran significación al texto como parte integral de la composición. Luis Vinagre está presente con una pintura de referencias mitológicas en relación al carnero y las acciones mecánicas. Y Doctor Hoffman, grafitero y diseñador de prestigio nacional, se incorpora con una imagen silueteada sobre lienzo con spray, evocando a un personaje de la saga ‚La guerra de las galaxias’.
En el apartado de escultura, en la parte interior se cuenta con una maternidad de Cosme Paredes, formulada por el sistema de soldadura de planos. Castorina está presente con una maternidad en talla directa en piedra, de una profunda sensibilidad y sugerencia. De José Guillou se muestra una talla muy primitiva en tronco de madera de una gran expresividad y fuerza. Se incorpora también ‚La vieja negrilla’, en formato mediano, realizada en fundición en bronce de Amancio González Andrés. Y Cathy Thompson, en un modelado figurativo clásico en arcilla y engobes, muestra la tensión de la vida espiritual y el poder de la mente en la construcción de miedos y fantasmas que nos acechan.
En el exterior se ofrece una magnífica pieza fotográfica de enfoque abstracto y matérico, de gran fuerza visual, de Marcelino Cuevas. Vicente García se incorpora con una obra abstracta con gran significación en el tratamiento visual de la textura. Y Li Xu, con un dibujo digital con energía y movimiento. A su vez, Sergio Valbuena ofrece una explosión de energía gráfica barroca y recargada. David Santaolalla nos introduce en su mundo fantástico de evocaciones figurativas. Ana María Loreto fija su atención en la relación con el mundo animal, en el descubrimiento de la magia de la existencia de los seres vivos, por mínimos que sean y por desapercibidos que puedan pasar. Y Carlos Cuenllas también nos aporta una imagen de gran intensidad cromática y fuerza, una metáfora del viacrucis.
La instalación de grandes dimensiones viene de la mano de Sebastián Román, una obra en lona, trabajada digitalmente a partir de un modelo de maqueta, que plantea el reciclaje de materiales tecnológicos, así como una reflexión en relación a los efectos del Covid-19 en la India. Un enorme mandala, a modo de intervención de arte en la naturaleza a partir de materiales propios de la zona reutilizados, se incorpora de la mano de Cristina Ibáñez. La poesía visual se hace presente en la naturaleza con una pieza de varias toneladas de mármol de Gustavo Vega, obra con un sentido circular y participativo. Jonás Pérez también está presente con una obra de mucha potencia plástica que evoca las diosas o venus de la fertilidad. También se lleva a cabo la relectura de una intervención de Diego Segura en la Cueva de Valporquero que funciona como elemento de descubrimiento, de camino por el interior del pueblo y por su entorno natural.
En definitiva, una muestra amplia y compleja que revela a todos los públicos la buena salud de la creación plástica en nuestra provincia, con autores muy destacados del panorama actual, así como jóvenes aportaciones. Una apuesta del Instituto Leonés de Cultura por llevar a las pequeñas localidades de la provincia de León proyectos de interés en el ámbito de las artes plásticas, integrados en su propio entorno y realidad. El horario de visita será, de miércoles a domingo, de 13.00 a 15.00 y de 19.00 a 23.00, meses de julio y agosto.